Las dueñas del bosque
Óleo sobre lienzo 100x50 cm.
Lo divertido no es solo el cuadro en sí, las niñas son un encanto, sino como fue el montaje, y la comunicación con la madre. Ella es del norte de España, y me pidió un cuadro de sus niñas. Me dio datos de su personalidad y decidí no hacer un retrato típico. Quería reflejar sus personalidades inquietas y alegres, en un gran salto por el bosque. Por ello le pedí a la madre mediante una serie de croquis y de bocetos, cómo se debían situar sus hijas para que diese la impresión de que saltaban, o casi volaban por el bosque. Luego la madre me contaba el lío que montaron, y como se lo pasaron para hacer las fotos, que luego me enviaron. Tuve que hacer unos retoques compositivos, lo normal, pero bueno, el resultado es una imagen y un recuerdo que no solo nunca olvidará la madre, tampoco las niñas.
Adquirido. Ahora está en un sitio donde llueve más que aquí.
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